
Hoy viernes, 31 de marzo por la mañana, unos 150 adolescentes junto con sus profesores de religión y valores, de varios institutos de nuestro pueblo, han escuchado atentamente, los testimonios de 6 personas muy cercanas a la Pastoral Penitenciaria.
Todos ellos tienen en común, la fuerza, la esperanza y la fe de poder ayudar al prójimo más necesitado para que puedan salir de la oscuridad en la que se encuentran.
- Benito, fue farmacéutico, siempre ha pertenecido a una cofradía de la Virgen de la Cabeza en la Barriada de la Palmilla, ha tenido muy cercana la realidad social que hay y ahora jubilado ha tomado la decisión después de darle varias vueltas de prepararse y formarse para ser un voluntario en la Pastoral Penitenciaria porque cree que puede encontrar a Jesús en cada uno de los internos, y para poder acompañar y ayudar a las personas que lo necesiten, porque no se va a la cárcel sólo por grandes delitos, sino por algunos errores que podemos cometer en algún momento determinado.
- Samuel, es abogado y estuvo en la cárcel de Alhaurín de la Torre durante 5 años y 9 meses por delitos económicos, lo que más resalta es el miedo a lo desconocido porque el sentimiento es como si desapareciese de la sociedad. Aunque la cárcel estaba muy cerca de su hogar, la define como si estuviese en otro planeta. Él jamás pensó que podría verse detrás de esos muros. Piensa que los hospitales psiquiátricos penitenciarios son muy necesarios para ayudar a los presos. Le gustaría haber tenido más información sobre lo que sucede a causa de las malas acciones y por ese motivo, decidió ser voluntario y hablar sobre su experiencia personal. Una mala acción nos puede romper la vida.
- Loli, es una voluntaria desde hace bastante tiempo que visita en la cárcel, el módulo de menores, que donde más respeto y amor encuentra es con ellos. Cree que al ser menores de edad necesitan más información sobre qué puede ocurrir si las acciones no son buenas para que puedan elegir el mejor camino. El peor de los casos con el que lo ha pasado mal fue un muchacho muy joven que salió de fiesta con sus amigos y discutió con su mejor amigo, entre ellos empezaron a pelearse con la mala suerte que el amigo cayó, se golpeó en la cabeza y falleció, aunque la familia del muchacho fallecido lo perdonase, él no se puede perdonar por lo que hizo.
- Agustín, estuvo dentro del ámbito de la droga y del dinero, por eso la considera su cárcel. Estuvo en una prisión federal de Estados Unidos durante 6 años. Lo pasó tan mal, que decidió ser voluntario, porque en su conciencia lleva todo el daño que hizo, y quiere evitar que los demás cometan el mismo error que él cometió. Lleva 23 años siendo voluntario en el Centro Penitenciario. Para él, la cárcel es el tatuaje que queda grabado contigo para el resto de tu vida. Ha visto varios presos fallecer en la cárcel y siempre le pedía a Dios que lo recibiese en su casa, porque cuando te domina la droga, ya no eres tú.
- María José, es una madre que estuvo en prisión, pasó por cinco cárceles. Su expareja era traficante y al estar con él, ella fue a prisión, aunque nunca consumió drogas. El entrar en prisión fue lo peor que le sucedió, porque tuvo que separarse de sus hijos. Uno de los peores momentos fue cuando vio a su madre derrumbada de dolor por ver a su hija entrar en la cárcel, nunca olvidará de cómo lloraba; perdió a su madre estando en prisión debido a un derrame cerebral. El volver a la sociedad después de salir de la cárcel no fue nada fácil. En un segundo, tu acción puede cambiar tu vida.
- Andrés, la primera vez que entró como voluntario en la cárcel tendría alrededor de 18 años, en Roma, pasó por delante de uno de los presos al que saludó pero éste no le devolvió el saludo y pensó ¿qué puede tener en su corazón un chico de aproximadamente su edad para que tuviese ese dolor, qué le falta? Y pensó mucho en la libertad, desde entonces ha pasado muchísimo tiempo visitando los centros penitenciarios. Es Sacerdote en la Barriada de la Palmilla y visita la cárcel para acompañar a los presos en su dolor y los ayuda a que intenten darse cuenta de la situación que viven y en la que se encuentran para que puedan intentar salir de esa difícil situación y mejorar personalmente.
Agradecerles por hacernos llegar sus testimonios, porque nos hacen ver las dificultades con las que tenemos que vivir y que nos podemos encontrar día tras día. Nos hacen ser conscientes del daño que podemos hacer a nuestros familiares y amigos más cercanos si no cuidamos nuestros actos.
Tambien hemos orado todos los presentes, adolescentes y adultos, por todas las personas que necesitan ayuda y que se encuentran en el centro penitenciario y en el exterior.
Se ha terminado esta charla, con una carta muy emotiva, de un drogadicto al final de su vida que le dedica a la droga y que a continuación la podemos leer para que la escuchemos con el corazón abierto:
- Querida amiga:
Se que cuando recibas esta carta ya no te afectará lo que pongo en ella. Seguirás teniendo tantos admiradores, como por desgracia siempre has tenido.
Cuando nos presentaron, apenas sí me gustaste, fue el pasar de los días, lo que hizo que poco a poco me gustase cada vez más el estar contigo, ya no me conformaba con verte solamente los fines de semana, son que también corría a tu encuentro los días de diario.
Fue tanto el gusto que le conocía a nuestra relación, que ya apenas sí salía con mis compañeros. Poco a poco me fui apartando de ellos, unos porque no te querían y me aconsejaban que te dejase y otros porque también estaban enamorados de ti y no quería compartirte con ellos.
Nuestra relación, cada vez se hacía más íntima, ya no vivía más que para ti.
Mi primer fallo, fue anteponerte a mi familia, por lo cual, los fui perdiendo a todos.
Más tarde y también por tu culpa, perdí mi trabajo, al cual no le prestaba suficiente atención y terminaron por despedirme, pero nuestra relación seguía adelante. Era tal la dependencia que tenía por ti, que ya apenas sí podía hacer nada si no te tenía a mi lado. Añadiendo a esto el tren de vida que tenía que llevar, pronto me vi en la necesidad de tener que robar para poder estar contigo. Aunque tú, no contenta con todo lo que estabas haciendo a mi vida, cada vez me exigías más. Has deteriorado mi vida, mi salud, hasta que las secuelas de todo esto me han llevado casi a la muerte.
Gracias a Dios, me he dado cuenta a tiempo de que tu relación sólo me ha de traer desgracia y es por eso que he decidido escribirte estas líneas para romper nuestra relación, con la esperanza de que todo aquel que la lea, las escuche y tenga la desgracia de conocerte, pueda darse cuenta a tiempo que también vas a destrozar su vida. Hasta nunca
P.D. Si ya tienes la desgracia de conocerla y tu amor por ella te impide dejarla, PIDE AYUDA, PERO SOBRETODO, NO SE LA PRESENTES A NINGÚN AMIGO
Os dejamos algunas fotos.










