Yo te canto, Señor, desde mi vida nueva y llena de luz;
te canto con el corazón gozoso,
porque has he hecho maravillas en mi vida,
porque de nuevo me has traído a tu lado.
Has sido bueno conmigo, Señor.
Me has dado a conocer tu salvación,
me has librado de mi pecado;
¡gracias por la ternura de tu amor!
Mi corazón ha sentido tu perdón y tu misericordia;
y tu Palabra de Vida tiene morada en mi casa abierta.
Para tí mi canto, Señor, para tí mis sentimientos
Mi corazón, Señor, salta de alegría al saber
que vienes a mi encuentro;
mi corazón espera que tu presencia
sea paz y bien para los hombres;
mi corazón confía en tu justicia y en tu misericordia;
mi corazón, Señor, te espera y quiere ser por ti juzgado.
Gracias, Señor, por meter mi pequeño corazón
en tu inmenso corazón de Padre.