Es verdad que seguimos viviendo en un tiempo difícil, debido a las enfermedades, por haber perdido un ser querido, por estar pasando por una dificultad económica o también laboral, y por tantas otras. Pero sabemos que…

… Dios está siempre con nosotros, y más en los momentos complicados comos los de ahora, a nuestro lado, acompañándonos, guiándonos y fortaleciéndonos.
En estos dos últimos meses, hemos vivido nuestra Fe de manera diferente. Hemos crecido en solidaridad, en compasión por el hermano necesitado, crecido en oración personal y también en una vivencia de la Eucaristía, en nuestras casas a través de la televisión o redes sociales. Pero eso, no ha mermado que la hayamos vivido en comunión, aunque no hayamos estado juntos.
Por fin llegó el momento de volvernos a juntar físicamente en nuestras misas dominicales, recuperamos las celebraciones del domingo y por eso os invito a venir, aunque por nuestra seguridad tenemos que respetar una serie de medidas de protección:
- Llevaremos puesta la mascarilla.
- Nos sentaremos en los extremos del banco, sólo 2 por banco, a no ser que viváis en la misa casa
- Lavarnos las manos al entrar y al salir con gel hidroalcohólico que está situado en la entrada de la parroquia, junto a las pilas.
- La Comunión se hará en una única fila por el pasillo central y respetando la distancia de seguridad.
- La forma de comulgar siempre en la mano.
- La paz la daremos con la mirada, una mirada de bondad, de transparencia, sin tocarnos.
- No tocaremos a las imágenes.
- El aforo es 1/3 de la capacidad, 133 personas.
- No nos agruparemos ni al entrar ni al salir del templo.
Recuerda que si aún no crees que sea el momento de volver al templo, por una salud aún debilitada, por la edad, o cualquier otra circunstancias, estáis dispensado de venir, podéis seguir la Eucaristía por cualquier otro medio.
También comentaros que si necesitáis que os lleve la comunión a casa, por supuesto, con las medidas de seguridad, me lo decís, que allí iré.
Escuchemos al Maestro, para que Él nos fortalezca en nuestra misión para llevar al mundo el Evangelio y construir el Reino de Dios.
Nos vemos el domingo, hermanos, hasta entonces, un fuerte abrazo,
Vuestro Párroco, Reinaldo