PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO 28/11/2021

Comenzamos el año litúrgico con el primer domingo de Adviento correspondiente al ciclo C, durante el cual nos acompañará el evangelista Lucas. Comenzamos este tiempo aún en pandemia y ante la amenaza de nuevas restricciones.

Pero eso no nos impide volver a esperar, a convertirnos, a amar, a anunciar, a creer, a comenzar, a vivir con la fuerza que nace de la fe y la esperanza. En la ambientación de nuestro templo hemos colocado en el ambón la frase que nos acompañará durante este tiempo “Habitará entre nosotros”, en el presbiterio una la corona de adviento que iremos encendiendo cada domingo hasta completarla y una bola del mundo a la que iremos colocando una red, que será imagen de un mundo conectado unos con otros “tejiendo redes”. Hemos colgado la primera banderola que nos invita a “Vivid despiertos” para obrar bien y rechazar todo lo que nos aleje de Jesús.
La primera lectura del profeta Jeremías profetiza que los tiempos futuros serán tiempos de justicia, de serenidad, y de salvación “El Señor es nuestra justicia”. El salmo nos invita a caminar con lealtad y rectitud, con confianza puesta en el Señor “a ti, Señor, levanto mi alma”. El apóstol Pablo en la segunda lectura nos ayuda a hacer realidad ese horizonte de una vida más plena en comunión con Dios y mientras rebosamos de amor a todos “que el Señor os colme y os haga rebosar de amor”. El evangelio nos invita a estar atentos, “Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones”, a estar despiertos, para recibir a Cristo que nos trae la Salvación.
El oráculo de la lectura del profeta Jeremías da a conocer que fue un gran conocedor de la desgracia que asoló al pueblo, la destrucción de Jerusalén y su Templo, y las deportaciones. Esta desgracia fue uno de los episodios más tristes y amargos para el pueblo judío, pero también nos dice el texto que, a pesar de la crisis, se ponen en marcha unos mecanismos que nos enriquecen. El pueblo judío al carecer del Templo, lugar de los sacrificios y holocaustos animales, se dedican al estudio de la Torá y la oración. Consecuencia de la deportación nace la diáspora, que da lugar a la sinagoga como casa de estudio de la tora y oración. La sinagoga será en tiempos de Jesús donde comenzará a difundirse el evangelio. La lectura trae el recuerdo de la promesa hecha a David “suscitaré a David un vástago legítimo que hará justicia y derecho en la tierra”, en la cual Dios le promete habitar para siempre en la dinastía del rey David, dando origen a lo que conocemos como el mesianismo, que va de la mano de la justicia y del derecho, valores de la fe Dios por los que camina, como cantamos en el salmo “haz que camine con lealtad, enséñame, porque tu eres mi Dios y Salvador” desde el origen del pueblo de Israel.

La segunda lectura de la carta a los Tesalonicenses del apóstol S. Pablo, en la que muestra su cariño y valentía a esta comunidad, valorando el testimonio de vida de esta comunidad, ellos son para el apóstol su gozo y su corona.

El texto habla de la esperanza de la venida del Señor que se cree inminente. Y alerta de que cuando llegue el Señor tiene que encontrar al grupo de los creyentes que se distinguen por el amor, tanto entre los miembros de la comunidad como a los de afuera. Pablo se pone como modelo para esta comunidad “os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús: ya habéis aprendido de nosotros a comportarse para agradar a Dios”
El evangelio puede despistarnos, pues hablamos de esperanza en el tiempo de adviento y sin embargo nos habla con palabras severas e imágenes terroríficas y catastróficas Se trata de discursos apocalípticos, son imágenes que tratan de captar la atención del oyente, tenemos que tener en cuenta todo el mensaje de Jesús, pues Dios siempre busca dar esperanza y nunca atemorizar.
Leyendo todo el texto vemos como al final de todas las imágenes catastróficas no termina con la destrucción del mundo, sino con la llegada del Hijo del Hombre, de Jesucristo. Así nos damos cuenta que los signos en el sol, la luna, los oleajes, los astros son imágenes que sirven para llamar nuestra atención, y nos invita a salir del aburrimiento, de la atonía y la desesperanza. Para nosotros, que nos decimos cristianos, cada momento de nuestra historia está cargado de sentido y caminamos hacia el día de la realización definitiva, que no será el caos sino el día de nuestra liberación.

Por eso la segunda parte de este evangelio, es una llamada de atención de Jesús “tened cuidado”, no se puede seguir viviendo como si todo diera igual.

No es lo mismo vivir con esperanza que vivir con los agobios de la vida. La espera y la esperanza no nos debe hacer olvidar que vivimos en el presente y que nuestra responsabilidad es estar despiertos, para obrar bien y rechazar todo lo que nos aleje de Jesús, para ello pedimos la fuerza necesaria para poder “manteneros en pie ante el Hijo del Hombre”
Estemos despiertos en la espera y volvámonos a convertir, volvamos a amar, volvamos a anunciar, volvamos a creer, volvamos a comenzar.
Feliz domingo comienzo del adviento y feliz semana.

Como es habitual, os dejamos el enlace al vídeo de «Verbo Divino» que nos acerca al evangelio 👇

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