02/04/2023
Hoy se nos invita a contemplar el estilo de la realeza de Cristo, de Nuestro Señor, y precisamente en el último domingo del año litúrgico celebraremos a Nuestro Señor Jesucristo Rey del universo. Sí, Él es Rey, pero su reino es el Reino de la verdad y la vida, el Reino de la justicia, el Amor y la Paz. Comenzamos los días más importantes para los cristianos, una semana intensa que iniciamos hoy Domingo de Ramos y que concluiremos el Domingo de Resurrección. Durante estos días entraremos con Jesús en Jerusalén, le veremos morir en la cruz y resucitar para vencer a la muerte. Dándonos unas lecciones de amor, de entrega, de obediencia y de vida plena, para todo el que quiera seguirlo. Nos metemos de lleno en lo esencial de nuestra fe, la muerte vencida, la Resurrección.
Comenzamos el domingo la imagen de Jesús como un Rey bueno, manso, cuyo reino no es de aquí: “Mi Reino no es de este mundo”. Con tono despectivo y de burla le preguntan: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. Jesús responde: “Tú lo dices”. Más burla todavía: Jesús es comparado con Barrabás, un delincuente, un asesino; el pueblo ha de escoger la liberación de uno de los dos: “¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, a quien llaman el Mesías?”. Y… ¡prefieren a Barrabás! Jesús calla y se ofrece en holocausto por nosotros.
Cuando poco antes había llegado a Jerusalén, con entusiasmo y sencillez, “la gente, muy numerosa, extendió sus mantos por el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”. Pero, ahora, esos mismos gritan: “Que lo crucifiquen. Pilato insistió: Pues, ¿Qué mal ha hecho?’. Pero ellos gritaban más fuerte: ¡Que lo crucifiquen! ¿A vuestro Rey voy a crucificar?” Replicaron los sumos sacerdotes: “No tenemos más rey que el César”.
Este Rey no se impone, se ofrece. Su realeza está repleta de espíritu de servicio. No viene para conquistar gloria, con pompa y fastuosidad, no discute ni alza la voz, es un rey manso y humilde. Después de haber preparado nuestros corazones desde el comienzo de la cuaresma, por medio de la penitencia, el ayuno, la oración y las obras de caridad, hoy nos congregamos para iniciar, con toda la Iglesia, la celebración del misterio Pascual de Nuestro Señor.
El evangelio, de hoy es el relato de la pasión según Mateo, que volveremos a leer el Viernes Santo, pero será de la mano del Apóstol Juan. Si el año pasado reflexionábamos con el relato de la Pasión de Lucas desde siete Palabras de Jesús, en este año lo hacemos desde siete momentos de la Pasión.
El primer momento es el anuncio o preámbulo de su crucifixión: Son las lecturas que hemos escuchados durante estos últimos días las que nos sirven como preámbulo, el lugar es estos acontecimientos es Jerusalén, la Ciudad Santa. Jesús anuncia su crucifixión, hay un complot de las autoridades para matarlo, la unción en Betania que prefigura la unción de los difuntos, y de cómo Judas trata con las autoridades para entregarlo “¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego?”
La celebración de la Pascua, el anuncio de la traición de Judas “Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar” y la institución de la Eucaristía “Mientras comían, Jesús tomó pan y, después de pronunciar la bendición, lo partió, lo dio a los discípulos y les dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo. Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias y dijo: Bebed todos; porque esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados”, es el segundo momento y que tiene lugar en el cenáculo “mi hora está cerca; voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”
El tercer momento tiene lugar en el Monte de los Olivos, donde Jesús anuncia la traición de los discípulos y negación de Pedro, “Pedro replicó: Aunque todos caigan por tu causa, yo jamás caeré. Jesús le dijo: En verdad te digo que esta noche, antes de que el gallo cante, me negarás tres veces” la oración en el huerto “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga como yo quiero, sino como quieres tú” y el arresto de Jesús “Al que yo bese, ese es: prendedlo”
El siguiente momento, el cuarto, tiene lugar en casa de Caifás ante el Sanedrín, donde se lleva a cabo, con nocturnidad y alevosía, falso e irregular juicio contra Jesús sin las mínimas garantías que para este menester prescribe la ley judía “Es reo de muerte”. Y tiene lugar el abandono de los suyos y también las tres negaciones de Pedro “En aquel momento todos los discípulos lo abandonaron y huyeron”
El quinto, es el momento en el que Jesús es llevado de ante Pilato, tiene lugar en el Pretorio, se produce el interrogatorio, Jesús es asimilado, cual vulgar delincuente y asesino, con Barrabás “¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, a quien llaman el Mesías?” Momentos en los que tiene lugar también la burla por parte de los soldados.
En el sexto momento tiene lugar la crucifixión en el Calvario, tiene lugar fundamente las burlas a Jesús una vez que está clavado en la cruz, y sus últimas palabras. Son tres episodios de burla: la primera burla de los que pasan por allí “sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz”, la segunda burla procede de las autoridades judías “A otros ha salvado y él no se puede salvar. ¡Es el Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz y le creeremos”., La tercera burla, exclusiva de Mate,) proviene de este mismo grupo y llega a lo más profundo: “Confió en Dios, que lo libre si es que lo ama, pues dijo: «Soy Hijo de Dios” Las últimas palabras: “Elí, Elí, lemá sabaqtaní. Dios mío Dios mío ¿Por qué me has abandonado?” mientras Mateo solo expresa que dio un gran suspiro y exhaló su Espíritu, en los otros evangelistas encontramos las palabras “Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu” o “todo está consumado”
El último de los momentos, nuestro séptimo momento, es cuando fue depositado en el sepulcro, tiene lugar en un huerto cerca del Calvario, donde Mateo hace más hincapié en el hecho de los guardias en la tumba, que es también exclusivo de Mateo, se basa en la polémica antijudía, para demostrar la realidad de la resurrección de Jesús “Señor, nos hemos acordado de que aquel impostor estando en vida anunció: A los tres días resucitaré. Por eso ordena que vigilen el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos, se lleven el cuerpo y digan al pueblo: Ha resucitado de entre los muertos. La última impostura sería peor que la primera”
El relato de la pasión de Mateo se puede resumir en que Jesús es consciente de que va a la pasión, en la injusticia del proceso y culpabilidad de las autoridades judías y que los paganos, los no judíos, son los que perciben mejor la inocencia y dignidad de Jesús: la mujer de Pilato, el centurión en la cruz…
Aclamemos al Señor con alegría en este Do mingo de Ramos, su venida nos trae la Paz y el Amor, la reconciliación de unos con otros y de todos con Dios Padre.
Feliz Domingo de Ramos.



