27/08/2023
Vigésimo-primer domingo del tiempo ordinario, en el que Jesús nos lanza una pregunta ¿Quién soy para ti? ¿Qué pinto en tu vida? La respuesta es algo muy personal, no puede ser algo aprendido. Él ha salido a nuestro encuentro y nos ha cautivado, nosotros queremos responderles con nuestros labios, confesando la fe. Él mismo nos dará las fuerzas para hacerlo. El encuentro con Jesús, el Cristo, nos mueve, nos interroga, nos permite que nos abramos a la plenitud de la existencia y a la salvación que irrumpe con su presencia en nuestras vidas, pero siempre al calor de la comunidad, de la Iglesia.
En la lectura del profeta Isaías, leemos como el mayordomo de palacio es destituido y sustituido por otro al que se le entrega las llaves del palacio de David, “Pongo sobre sus hombros la llave del palacio de David”, se confía a otro la autoridad, el gobierno, la toma de decisiones. La misericordia y fidelidad de Dios para con el pueblo, lleva al salmista a entonar este salmo de acción de gracias “Te doy gracias, Señor, de todo corazón”. Esa misma misericordia es la que se le escapa al ser humano en la lectura de la carta a los Romanos, por lo que Pablo se expresa en forma de preguntas retoricas que llevan a la gratitud y la alabanza “De Él, por Él, y para Él existe todo”. Mateo, en el Evangelio, nos ofrece dos temas fundamentales: la identidad de Jesús “El hijo del Dios vivo” y su proyecto de comunidad nueva que denomina “mi Iglesia”
En la primera lectura, el profeta anuncia un oráculo contra Sobná, mayordomo del palacio, que tiene toda la pinta de que cometió malversación de fondos para construirse un mausoleo. Por su orgullo y arrogancia será castigado, pasando su cargo a otro. El profeta expresa la destitución y el nuevo nombramiento aludiendo a una serie de signos, del que se destaca las llaves colgadas al hombro, lo que le da autorización para abrir y cerrar las puertas de palacio. Esto nos prepara para lo que Jesús va a decir de Pedro concediéndole las llaves del Reino.
La segunda lectura, vemos como los judíos, hijos de las promesas del Antiguo Testamento, rechazan la salvación del Mesías enviado por Dios. Motivo por el cual Pablo muestra preocupación y les sugiere una larga serie de reflexiones en los capítulos 9 al 11 de la misma carta. Estas reflexiones concluyen en breve texto que leemos hoy: un canto entusiasta de alabanza a Dios, de admiración por su sabiduría, que nosotros no entendemos pero que guía la historia de la humanidad. Pablo con una serie de preguntas retóricas, cuya respuesta es negativa, nadie, llega a expresar que Cristo es el origen, guía y meta de todo el universo, y por tanto Él sabrá como ser fiel a las promesas hechas al pueblo elegido y como conducirlo a la salvación.
En el Evangelio, en un momento significativo de su ministerio, cuando termina su estancia en Galilea y se dispone a subir a Jerusalén, Jesús plantea una doble pregunta. La primera es sobre lo que la gente opina de Él, “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” esta respuesta es dispersa, unos que el Bautista, otros Elías, Jeremías u otro de los profetas. La segunda pregunta es para los discípulos “Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?”, y como no también para nosotros “Y tú, ¿Qué dices quién soy yo?”. Pedro, como portavoz y líder del grupo, toma la palabra y hace toda una confesión de fe.
La confesión de fe de Pedro, le hace meritorio de la alabanza que le dedica Jesús “¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!”, porque esa afirmación se la ha revelado Dios. Con una doble imagen, primero le anuncia que ha pensado en él como jefe de la primera comunidad con una solemne investidura “Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, se trata de la a imagen de la piedra sobre la que edificará su Iglesia. Y segundo, la imagen de las llaves del Reino de los Cielos “Te daré las llaves del reino de los cielos”, lo que convierte a Pedro en administrador, y asegura que las fuerzas del mal no prevalecerán contra esta Iglesia.
Pidamos al Señor que nos ilumine para reflexionar y responder a las preguntas ¿Qué dice la gente hoy quien es Jesús? ¿Quién es Jesús hoy para mí? ¿Qué dice la gente que es hoy la Iglesia? ¿Qué o quién es la Iglesia para mí?
Feliz domingo, día del Señor y feliz semana.



