08/10/2023
XXVII domingo del tiempo Ordinario, domingo en el que celebramos la Jornada Mundial por el Trabajo Decente 2023, cuyo lema para este año es “Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable”. La seguridad y la salud en el trabajo son esenciales para el bienestar y la dignidad de las personas. Cuando estamos expuestos a riesgos en el lugar de trabajo, nuestra salud y nuestra vida están en peligro. Las cifras de accidentes y muertes laborales nos impresionan y alertan. Hoy con el papa Francisco, pedimos al Señor que no haya más muertes en el trabajo y que nos esforcemos todos en lograrlo.
Isaías, en la primera lectura, mediante una imagen del mundo agrícola, la viña, imagen común en el resto de las lecturas de hoy, muestra la relación entre Dios y su pueblo. El Señor ha hecho todo lo posible, pero el pueblo no se arrepiente y se mantiene en la injusticia “¿Qué más podía hacer yo por mi viña que no hubiera hecho?”. El salmista, mediante la imagen de la viña, pide a Dios la restauración y el perdón de los pecados causantes de la deportación y destrucción “La viña del Señor es la casa de Israel”. Pablo siguiendo con sus exhortaciones a la comunidad de Filipos, pidiéndoles que tengas actitudes propias de cristianos, pues Cristo Jesús no hizo hermanos unos de otros “Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis, visteis en mí, ponedlo por obra”. El evangelio. Jesús, sirviéndose de la imagen de la viña, presenta la relación entre Dios y el pueblo elegido; la comunidad cristiana como nuevo pueblo de Dios, esta llamada a producir los frutos que el pueblo anterior no produjo “Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos”
La primera lectura, Isaías, reproduce un canto de amor a la viña. Su dueño hace de ella lo que un buen labrador puede hacer para que de buena cosecha, la cava, limpia de piedras, planta buenas cepas, etc. Pero la viña defrauda totalmente al viñador que tanto la mima, no da uvas sino agraces, uvas sin madurar, uvas avinagradas. El profeta compara al pueblo de Israel con la viña, pueblo elegido con el que Dios no ha escatimado en cuidados. Pero el pueblo de Israel no respondió al amor de Dios y no produjo los frutos esperados “¿Por qué, cuando yo esperaba que diera uvas, dio agrazones?”. La viña quedará sin cuidar y abandonada, el pueblo quedará expuesto y arrasado por sus enemigos (Babilonia). El salmo recoge la misma idea que el profeta “La viña del Señor es la casa de Israel”, reconoce el pecado del pueblo y pide a Dios mediante una oración de súplica que vuelva a ocuparse de su viña.
En la carta a los filipenses, Pablo, sigue con las exhortaciones a ser verdaderos cristianos, que el amor sea su seña de identidad. A pesar de las dificultades y turbulencias que puedan tener, no deben nunca perder la paz, el medio para tener esta armonía es tener una profunda fe en Dios en diálogo con él por la oración “Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y en la súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios” Todo esto llevará a la paz interior que todos deseamos “Y el Dios de la paz estará con vosotros”
En el evangelio, Jesús, que va agudizando su enfrentamiento con la clase dirigente del pueblo, los retrata como los viñadores ingratos y asesinos. La viña es el pueblo de Israel, los labradores son sus dirigentes, sacerdotes y ancianos. Israel es pueblo elegido al que se anuncia primero la Buena Noticia, pero rechazan, maltratan y asesinan a los enviados e incluso al Mesías esperado, el hijo del amo de la viña. Una vez le expone la parábola, les dirige una pregunta muy pedagógica “¿qué hará con aquellos labradores?” a la cual responden “Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo”
Jesús da una aclaración, usando ahora la imagen de la piedra fundamental del edificio, “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente” concluye Jesús con la amenaza de que se le retirará el Reino de los cielos y se le dará a otro pueblo que de frutos “Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos” este nuevo pueblo de Dios es la Iglesia dispuesta a dar frutos.
Feliz domingo, día del Señor y feliz semana.



