03/12/2023
Con la preparación de la venida del Señor, con el Adviento, nos adentramos un nuevo año litúrgico, un nuevo ciclo, en este periodo escucharemos el evangelio según San Marcos, el correspondiente al ciclo B.
En este primer domingo de Adviento, vemos algo diferente que llama la atención, el decorado de nuestra iglesia con la banderola con la frase “Abre los ojos” que nos invita a reflexionar sobre la Esperanza que tanta falta nos hace. Nos preparamos para tener una mirada llena de esperanza que adquiere luz y sentidos nuevo en Navidad.
Síntesis: El profeta Isaías subraya la cercanía de Dios, que es Padre y Libertador, que sale al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de sus caminos “Sales al encuentro de quien practica con alegría la justicia y, andando en tus caminos, se acuerda de ti”. El salmista toma la voz del pueblo que se arrepiente y suplica a Dios que lo salve “Oh, Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve”. Pablo, en la primera carta a los Corintios, señala la manifestación definitiva del Señor, como motivo que alienta la espera y esperanza del que creen “Fiel es Dios, el cual os llamó a la comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor”. El evangelio, nos recuerda que somos incansables centinelas ante su imprevisible venida del Señor “Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento”
La primera lectura es la oración confiada y humilde en la que pedimos a Dios que vuelva a nosotros, aunque seamos culpables “Todos éramos impuros, nuestra justicia era un vestido manchado”. El que confía en Él, que es Padre y Redentor o Libertador, es perdonado, desea que se rasguen los cielos y baje la salvación, es como si el pueblo pidiera a Dios que no recuerde nuestras acciones, sino que recuerde lo que Él hecho y sigue haciendo hasta hoy. El salmo sigue con ese tono humilde de confianza en Dios, al que llama Pastor de Israel “Pastor de Israel, escucha”, al que pide que venga en nuestra ayuda.
En la segunda lectura, leemos, que además de creer en Cristo que ya vino y que nos llama a participar de su vida, debemos estar preparados y aguardando la manifestación del Señor al final de los tiempos “Él os mantendrá firmes hasta el final, para que seáis irreprensibles el día de nuestro Señor Jesucristo” Y será el mismo Dios quien nos conducirá al este encuentro definitivo con su Hijo.
Jesús en el evangelio oímos a Jesús una breve parábola, invitándonos a la vigilancia. Precisamente la parábola comienza al principio y termina con los imperativos vigilad y velad, que son una misma invitación a tener los ojos abiertos, a estar en alerta. Compara su última venida con la vuelta del amo, donde nos indica el motivo o porque de la vigilancia, el amo se ha ido de viaje y puede volver a casa en cualquier momento, pero mientras tanto esperamos a que llegue el Señor, debemos cuidar la tarea que se nos ha confiado a cada uno, tarea de anunciar el Reino. Se trata de que estemos preparados para cuando llegue, que no se nos encuentre dormidos. El consejo que nos da Jesús es claro “Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!”
Feliz domingo día del Señor y feliz semana.


