VI Domingo Del Tiempo Ordinario

11/02/2021

El texto evangélico de este domingo VI del Tiempo Ordinario, nos narra sobre la actitud de Jesús ante la marginación social y religiosa que representaba el drama de la lepra en el antiguo Israel. Coincide hoy el día de la Virgen de Lourdes y la jornada mundial por el enfermo, cuyo eslogan para este año es “Dar esperanza en la tristeza” Con dicha jornada da comienzo la Campaña del enfermo 2024, que finalizará con la Pascua del enfermo en comienzo de mayo.

En la primera lectura del libro del Levítico nos da pistas suficientes para acercarnos y entender como obra Jesús. Enfermedades contagiosas, como la lepra, estaban especialmente reguladas por miedo a su transmisión, (acordémonos de la pandemia del covid, regulada en prevención de su transmisión) por aquellos entonces eran los sacerdotes los que determinaban la dolencia y su sanación “Cuando alguno tenga una inflamación, […] será llevado ante el sacerdote”. El salmista recuerda la historia de Israel y alaba a Dios por vuelta de los exiliados en Babilonia “aclamadlo los de corazón sincero”. Pablo en la segunda lectura, propone una vida en libertad, pero teniendo en el horizonte el modelo de Cristo “Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo” Marcos nos especifica hoy un hecho concreto de la actividad de Jesús, la sanación de un leproso que le suplica “Quiero, queda limpio”

En esta primera lectura del libro del Levítico habla de diversas formas de enfermedades de la piel: inflamación, erupciones, manchas, afección cutánea, úlcera … y el sacerdote decide si la persona es pura o impura, curable o incurable. Se trata de la regla de pureza legal, y la tendencia por aquellos tiempos era atribuir la enfermedad a los pecados de la persona. El leproso será marginado y vivirá fuera del campamento “Es impuro y vivirá fuera solo y tendrá su morada fuera del campamento” El salmo, aunque recuerda la vuelta de los exiliados, también presenta la idea del pecado que Dios perdona “tú perdonaste mi culpa y mi pecado”

S. Pablo nos da tres consignas, la primera es que todo lo que hagamos, ya sea comer, beber o cualquier otra cosa sea todo para glorificar a Dios “hacedlo todo para gloria de Dios”. La segunda, es que evitemos conductas escandalosas, conducta que puedan ofender y provocar tentación en otros miembros de la comunidad o de los ajenos a la misma “No deis motivos de escándalo”. La última de las consignas, es ser imitadores suyos, nos invita a seguir su ejemplo, como él ha seguido el de Cristo “Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo”

Marcos nos presenta a un leproso, enfermedad grave de la piel que considera a quien la padece impuro y le obliga a vivir apartado, al margen de la sociedad. Este leproso pide y suplica al Señor, rodilla en tierra y con humildad que le cure “Si quieres, puedes limpiarme”. Jesús se conmueve e incumpliendo la ley, no tiene miedo a tocarle y le cura diciendo: “Quiero, queda limpio”

El sentido del tacto juega aquí un papel importante, nos invita a acercarnos, a hablar, a tocar al enfermo, al emigrante, al pobre, al necesitado que se alegra al sentirnos cercanos. Jesús quiso enseñarnos que su Padre no es un Dios que margina y que no excluye a nadie. Jesús no acepta una sociedad que excluya a los indeseables, a los descartados, no acepta la marginación como forma de existencia. La forma de reaccionar Jesús ante los excluidos nos ayuda a situarnos compasiva y solidariamente ante las personas que sufren la soledad, el rechazo y la exclusión.

 Pide al leproso sanado que no lo diga a nadie y que se presente ante el sacerdote para certificar que está limpio, que se ha curado, pues la curación se tenía que ser atestiguada oficialmente para que de esta manera pueda volver a tener una vida normal, para dejar de estar excluido. Pero el sanado hizo caso omiso y se puso a pregonar el acontecimiento. Ahora se cambian los papeles, el excluido es “Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios” aunque la gente seguía acudiendo a él. 

El texto refleja y manifiesta la autoridad de Jesús sobre las leyes de la marginación. La acción de Jesús le devuelve su dignidad al leproso como persona. Cuando decimos que Jesús paso haciendo el bien no debemos imaginarnos que imponía su autoridad. Jesús predica la Buena Noticia, quiere que se cumpla la ley y evita todo triunfalismo. La finalidad de los milagros de Jesús no es afirmar su protagonismo sino, simplemente anunciar la eficacia del Evangelio. Jesús no quiere convertirse en un reclamo terapéutico o sanador, él ha venido a anunciar el Reino de Dios.

Feliz domingo, día del Señor y feliz semana.

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