Tercer Domingo de Adviento, Domingo de la Alegría, Gaudete

15/12/2024

Tercer Domingo de Adviento, es llamado Gaudete, domingo de la alegría, pues es la alegría de Dios. Alegría que brota en nosotros en la fe, la esperanza y la caridad. Cristo es nuestra alegría completa. Alegrémonos el Señor está cerca.  

Una síntesis de la Palabra: el profeta Sofonías, invita a Jerusalén a la alegría, pronuncia la promesa de Dios de una nueva relación con su pueblo basada en el amor, una alegría incluso en Dios mismo “El Señor tu Dios está en medio de ti, … se alegra y goza contigo”.  Ala intervención de Dios en medio del pueblo el salmista responde con este canto de la grandeza de Dios porque: “… mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación”. San Pablo, en la carta a los filipenses, habla de alegría, nos exhorta a estar siempre alegres pues “El Señor está cerca”. Lucas, en el evangelio, presenta, por medio del Precursor, unas pautas de acción, “¿Y nosotros qué debemos hacer?” que suscitan alegría y paz, tanto en el que da, como en el que recibe.

En la primera lectura, del profeta Sofonías, previamente Dios ha pronunciado su juicio para que el pueblo se convierta y vuelva a Él. Dios anuncia una promesa con la cual llegará un día en que borrará toda conciencia de culpa en el corazón de su pueblo “te renueva con su amor”. De esta forma la promesa se convierte en la alegría del mismo Dios “se alegra contigo como en el día de fiesta” renovado por el amor de Dios y lleno de júbilo por el pueblo.

La segunda lectura forma parte del final de la carta a los Filipenses, en ella San Pablo, que expresa siempre alegría en esta carta, da unos consejos finales. Muestra la alegría en el Señor en medio del sufrimiento, pues San Pablo está en la cárcel cuando escribe la carta, convirtiendo esta experiencia personal suya en una invitación a la comunidad creyente de Filipos para que viva sin preocupaciones fundamentándose en la inminente venida del Señor, esperaban la Parusía de un momento a otro. Los cristianos deben destacar por su amabilidad y cercanía, vivir confiados y pacificados “que vuestra mesura la conozca todo el mundo”. Valores que no se logran por el propio esfuerzo, sino que son don y regalo de Dios.

En el evangelio, Lucas relata cómo la gente se acercaba al Bautista con deseos de transformación, respondiendo a la llamada a dar frutos de conversión. Entre ellos había personas de distinto tipo y condición, también con mala reputación como publicanos y soldados. Son personas de grupos sociales diversos, etnias diversas y profesiones diversas. Lucas, sin renunciar a los valores evangélicos, propone un modelo de seguimiento asumible por muchos “El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida haga lo mismo”. Hace ver que creer en Dios tiene que ver con la vida y con las actitudes hacia el otro: ayudar a quien lo necesita, no explotar a los demás, no acusar en falso para obtener beneficios “No exijáis más de lo establecido” “No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, …”. El ministerio de Jesús y el movimiento de sus seguidores arranca del deseo del pueblo de Israel de vivir de un modo nuevo, nosotros somos el nuevo Israel que tiene carácter universal ya no es una etnia en particular.

Y la mejor conclusión para hoy son estás palabras de San Pablo: “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. El Señor está cerca”.

Feliz domingo día del Señor y feliz semana.

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