Miércoles de Cenizas

05/03/2025

Hoy, al recibir la ceniza sobre nuestras frentes, iniciamos el tiempo de Cuaresma. Un tiempo de reflexión, arrepentimiento y renovación espiritual. Este signo humilde nos recuerda nuestra mortalidad y la necesidad de volvernos a Dios con todo nuestro corazón. Es un tiempo para profundizar en el misterio de la cruz de Cristo, para meditar en el amor redentor de Dios que se manifiesta en la entrega de su Hijo.  La Cuaresma es un camino hacia la Pascua, una oportunidad para examinar nuestra conciencia, reconocer nuestras faltas y pedir perdón, y que nos recuerda que la vida es un camino de conversión continua.

El tema central que une las lecturas de este día es la llamada a la conversión y reconciliación con Dios y con nuestros hermanos. La primera lectura, de la profecía de Joel, nos invita a la conversión sincera, no solo externa, sino del corazón “Rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos”. El Salmo Responsorial, expresa el arrepentimiento del salmista y su confianza en la misericordia de Dios. “Misericordia, Señor, hemos pecado”. En la segunda lectura, San Pablo, nos urge a reconciliarnos con Dios. “En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios”. Es una llamada a aceptar el don de la reconciliación que se nos ofrece en Cristo. Y en el Evangelio, Jesús nos enseña la práctica de la limosna, la oración y el ayuno. Pero sin ostentación, buscad agradar a Dios en lo secreto “tu Padre, que ve en lo secreto (en lo escondido), te recompensará”. Jesús nos llama a la autenticidad y a la humildad en nuestra relación con Dios.

Ayunar no se trata solo de dietas, hoy en día, muchos ayunan por salud o para verse bien, lo cual no está mal. Pero el ayuno cuaresmal va más allá, es dejar a un lado algo que nos gusta, no solo comida, sino también tiempo en redes sociales, compras, o cualquier cosa que nos domine. Al ayunar, creamos un espacio en nuestra vida para Dios y para los demás. Nos ayuda a darnos cuenta de lo que realmente necesitamos y a depender menos de las cosas materiales. Ojo con la hipocresía, Jesús nos advierte que no ayunemos para que otros nos vean. El ayuno cuaresmal es personal y sincero, una forma de acercarnos a Dios en humildad.

La limosna es algo más que dar de lo que nos sobra, hay personas muy generosas que dan mucho dinero a causas benéficas., hoy día existe mucha filantropía, pero la limosna cuaresmal es dar de nuestro tiempo, talento y atención. Es salir al encuentro del necesitado, no solo con dinero, sino con una sonrisa, una escucha atenta, o un gesto de cariño. La limosna cuaresmal nos invita a ver el rostro de Cristo en el pobre, el enfermo, el marginado. Es compartir lo que tenemos con aquellos que tienen menos, reconociendo que todos somos hermanos. Cuidado con la vanidad, Jesús nos dice que no toquemos la trompeta cuando damos limosna. La verdadera caridad es desinteresada y anónima, buscando agradar a Dios y no recibir aplausos.

Oración, es un diálogo con Dios, no un monólogo interior, muchos buscan en la oración una forma de encontrarse a sí mismos, de relajarse o de meditar. La oración cuaresmal es un encuentro personal con Dios. Es hablar con Él desde el corazón, compartir nuestras alegrías, tristezas, preocupaciones y esperanzas. Con humildad y sinceridad nos enseña Jesús a orar y que no lo hagamos como el fariseo, que se alaba a sí mismo. La oración cuaresmal es reconocer nuestra pequeñez y necesidad de Dios. Es pedir perdón por nuestros pecados y agradecer por su amor y misericordia. Escuchar a Dios, la oración no es solo hablar, sino también escuchar lo que Dios nos quiere decir. Es abrirnos a su Palabra, a su voluntad y a su guía. Es ponernos en camino hacia Él, para que Él more en nosotros.

El ayuno, la limosna y la oración cuaresmales son oportunidades para transformar nuestra vida. No son solo prácticas externas, sino un camino para acercarnos a Dios, a los demás y a nosotros mismos en verdad y amor, que este tiempo de Cuaresma sea para todos nosotros un tiempo de gracia y bendición. Que al final de este camino, podamos celebrar con alegría la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Feliz comienzo de cuaresma, camino de conversión.

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