En este camino de Adviento, nos preparamos para la venida del Mesías.
El próximo viernes 13 de diciembre, habrá confesiones para los niños y juveniles de toda la parroquia, a las 17:30h
El viernes 20, las confesiones serán desde las 10:30h hasta las 13:00h y de 17:30h a 19:30h. Posteriormente a las 20`00h vendrán sacerdotes para seguir confesando hasta que sea necesario.
Ayer la comunidad celebró la Vigilia de la Inmaculada resaltando el papel de la mujer en sociedad y la Iglesia. Se dieron cinco testimonios por mujeres, cómo la fe la vive y se hace presente en las ONG, en los jóvenes, en las hermandades y cofradías, en la vida consagrada, en la realidad familiar. Unos testimonios que animaron a descubrir que la fe está presente en toda la persona que con palabras y acciones hacen presente como una pequeña luz, que el Reino Dios se siga desarrollando en este mundo. Como ejemplo de los diversos testimonio, ofrecemos el Testimonio de nuestra hermana de comunidad Mari Petra Pérez Gallego.
Doy gracias a Dios, porque el don de la fe que estas hermanas ayer compartieron con esta comunidad. ¡Feliz día de la Inmaculada¡
Celebramos hoy el día de la Inmaculada Concepción, coincidiendo este año con el Segundo Domingo de Adviento, hoy recordamos que Dios, pidió a María ser Madre, de su Hijo, Nuestro Señor. María esperó al Señor, le dio a luz y lo mostró a los demás. Aunque la fiesta principal de este tiempo, Adviento/Navidad, es la venida de Nuestro Señor, del Hijo de Dios hecho hombre, de Enmanuel, Dios con nosotros, no obstante, en este día de la Inmaculada, celebramos que en la Madre comienza a realizarse el misterio de la encarnación del Hijo. Por eso hoy celebramos este momento de la vida de María con una profunda alegría.
En la primera lectura, sacada del libro del Genesis, leemos la primera profecía de salvación, protoevangelio “pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón”. El salmista canta el anuncio de la salvación de Dios: “El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia” En la segunda lectura, tomada de la carta de S. Pablo a los Efesios, nos dice, en el himno, que hemos sido elegidos antes de la fundación del mundo “Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo” Por en este día tan especial nos alegramos y saludamos a Maria como la llena de gracia, Inmaculada, morada donde estará en el que fuimos elegidos “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”
En la primera lectura, del libro del Génesis interpreta como consecuencias lo que sucede, por el pecado de Adán y Eva, en la vida natural: que el hombre tenga que ganar el pan con el sudor de su frente, que la mujer sufra dolores de parto y que la serpiente sea un animal que se arrastra por la tierra. Pero Dios no cierra la puerta, ya en el momento de la primera caída anuncia la salvación, donde aparece una mujer en el horizonte de la salvación. María, la que va a ser en verdad “madre de todos los que viven”, porque obedeció a Dios, no como Eva que le desobedeció. Ante este anuncio de salvación en el salmo cantamos con alegría “Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas”
La segunda lectura, carta de S. Pablo a los Efesios, es un himno lleno de entusiasmos en donde se muestra la iniciativa de Dios en la historia de la salvación y nuestra respuesta de alabanza. Bendecimos a Dios porque Él no ha bendecido con toda clase de bendiciones. En estas bendiciones hay un doble sentido de bendiciones: unas descendentes y otras ascendentes. Bendiciones descendentes desde Dios, y ascendente hacia Dios, ambas se encuentran y recapitulan en la persona de Nuestro Señor, de Jesucristo. Estas bendiciones que nos ha hecho Dios consisten en que hemos sido destinados a ser sus hijos, sus herederos con Cristo “Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en el Amado”
El relato de la anunciación/encarnación, centra nuestras miradas en Gabriel y María, Dios Padre envía a Gabriel a una misión que hace posible una historia de amor, en la que queda evidente que Dios quiere con locura al hombre, hechura a su imagen y semejanza, que el mismo decide hacerse uno de nosotros, hacerse hombre, sintiendo, pensando, trabajando, obrando, amando con corazón de hombre.
Gabriel es enviado a una insignificante ciudad llamada Nazaret con la misión de transmitir un mensaje de parte de Dios, a una joven muchacha llamada María, desposada con José, descendiente de David, que debía ganarse la vida como obrero, el grado más bajo del escalafón social de Israel en aquel tiempo, similar a la de los pastores. Dios, como nos ha mostrado a lo largo de la historia, siempre escoge lo débil, lo sencillo, lo opuesto a los ideales de este mundo para llevar a cabo su plan. Los planes de Dios siempre nos sorprenden, aunque no nos resulten evidentes.
Gabriel lo primero que hace es saludar a María, “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”, pero como Gabriel no lleva vestido resplandeciente, ni alas, ni plumas, como nuestra imaginación y los artistas lo pintan, María queda desconcertada, asustada, turbada, ante un desconocido. María no sabe que pensar ni que decir, si habla en serio o en broma, si la está saludando o amenazando. Gabriel la tranquiliza, “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios” justificando aún más el saludo anterior. Gabriel anuncia que concebirá y dará a luz un hijo, que su nombre será Jesús, que será grande, se llamará Hijo del Altísimo, Dios le dará el trono de David su padre, “para que reine en la casa de Jacob por siempre y su reinado no tendrá fin”
María no entiende la concepción, pues está comprometida con José, no mantiene relaciones ni con él ni con ningún otro ¿cómo va a quedar embarazada? Gabriel la tranquiliza dandole una solución aparentemente imposible: “porque para Dios nada hay imposible” palabras que nos recuerdan a otros momentos de la historia de la salvación:Sara mujer de Abrahán, Raquel mujer de Jacob, de donde Dios, de la esterilidad, de la ancianidad, desde lo descartado, lo que no sirve, hace lo imposible, hace lo incomprensible para el ser humano, para que su plan de salvación llegue hasta nosotros.
Dejémonos cautivar por Dios, por su Palabra hecha carne. Continuemos preparándonos para la venida del Señor.
Feliz domingo día del Señor, feliz día de la Inmaculada y feliz semana
Ayer 6 de diciembre, se celebró la misa de navidad flamenca. Una Eucaristía llena de respeto, duende y compás.
En su homilía, Pepe Planas habló de lo bonito que es, descubrir que Dios nos quiere y que su AMOR es tan grande, que ni siquiera nos exige que le amemos.
En varios momentos de la misa, se arrancó a bailar por bulerias, transmitiendo así su alegría a todos. Después de la misa, durante la zambomba en la plaza de la iglesia, se compartió un potajico, dulces navideños y un poco de aguardiente. Os dejamos algunas fotos
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Primer Domingo de Adviento, hasta el día del Bautismo del Señor, van a ser siete semanas de tiempo fuerte en el que celebraremos la venida del Señor. Adviento, Navidad y Epifanía, venida, nacimiento y manifestación apuntan a que nuestro Señor se ha querido hacer presente en nuestra historia. Comenzamos la liturgia con la entronización del leccionario correspondiente al ciclo litúrgico, pregonamos el adviento, bendecimos la corona, y seguidamente encendemos nuestra primera vela. Nuestra primera banderola muestra el rótulo: “Es tiempo de Esperanza” que nos invita a introducirnos en el tiempo de Adviento, así que predispone para la apertura, el 25 de diciembre, del jubileo 2025 Peregrinos de Esperanza.
La primera lectura del profeta Jeremías anuncia la llegada del “vástago de David”, es la promesa de la venida del mesías-rey, que implantará el derecho y la justicia. El salmista se abandona a la misericordia de dios “A ti, Señor, levanto mi alma” pidiendo ayuda para caminar por las sendas de fidelidad y lealtad. El apóstol Pablo en la segunda lectura nos ayuda a hacer realidad ese horizonte de una vida más plena en comunión con Dios y mientras rebosamos de amor a todos “que el Señor os colme y os haga rebosar de amor”. El evangelio nos invita a estar atentos, “Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones”, a estar despiertos, para recibir a Cristo que nos trae la Salvación. No quiere el Señor que vivamos con miedos, precisamente este tiempo de Adviento se caracteriza por la alegría y la esperanza ante la venida de Jesús nuestro Salvador.
La lectura del profeta Jeremías que fue un gran conocedor de la desgracia que asoló al pueblo, la destrucción de Jerusalén y su Templo, y las deportaciones. Esta desgracia fue uno de los episodios más tristes y amargos para el pueblo judío, pero también nos dice el texto que, a pesar de la crisis, se ponen en marcha unos mecanismos que nos enriquecen. El pueblo judío al carecer del Templo, lugar de los sacrificios y holocaustos animales, se dedican al estudio de la Torá y la oración. Consecuencia de la deportación nace la diáspora, que dará lugar a la sinagoga como casa de estudio de la Tora y oración. La sinagoga será en tiempos de Jesús donde comenzará a difundirse el evangelio. La lectura trae el recuerdo de la promesa hecha a David “suscitaré a David un vástago legítimo que hará justicia y derecho en la tierra”, en la cual Dios le promete habitar para siempre en la dinastía del rey David, dando origen a lo que conocemos como el mesianismo, que va de la mano de la justicia y del derecho, valores de la fe Dios por los que camina, como cantamos en el salmo “haz que camine con lealtad, enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador” desde el origen del pueblo de Israel.
La segunda lectura de la carta a los Tesalonicenses del apóstol S. Pablo, en la que muestra su cariño y valentía a esta comunidad, valorando el testimonio de vida de esta comunidad, ellos son para el apóstol su gozo y su corona. El texto habla de la esperanza de la venida del Señor que se cree inminente. Y alerta de que cuando llegue el Señor tiene que encontrar al grupo de los creyentes que se distinguen por el amor, tanto entre los miembros de la comunidad como a los de afuera. Pablo se pone como modelo para esta comunidad “os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús: ya habéis aprendido de nosotros a comportarse para agradar a Dios”
El evangelio puede despistarnos, pues hablamos de esperanza en el tiempo de adviento y sin embargo nos habla con palabras severas e imágenes terroríficas y catastróficas. Se trata de discursos apocalípticos, son imágenes que tratan de captar la atención del oyente, tenemos que tener en cuenta todo el mensaje de Jesús, pues Dios siempre busca dar esperanza y nunca atemorizar.
Leyendo todo el texto vemos como al final de todas las imágenes catastróficas no termina con la destrucción del mundo, sino con la llegada del Hijo del Hombre, de Jesucristo. Así nos damos cuenta que los signos en el sol, la luna, los oleajes, los astros son imágenes que sirven para llamar nuestra atención, y nos invita a salir del aburrimiento, de la atonía y la desesperanza. Para nosotros, que nos decimos cristianos, cada momento de nuestra historia está cargado de sentido y caminamos hacia el día de la realización definitiva, que no será el caos sino el día de nuestra liberación.
Por eso la segunda parte de este evangelio, es una llamada de atención de Jesús “tened cuidado”, no se puede seguir viviendo como si todo diera igual. No es lo mismo vivir con esperanza que vivir con los agobios de la vida. La espera y la esperanza no nos debe hacer olvidar que vivimos en el presente y que nuestra responsabilidad es estar despiertos, para obrar bien y rechazar todo lo que nos aleje de Jesús, para ello pedimos la fuerza necesaria para poder “manteneros en pie ante el Hijo del Hombre”
Feliz domingo comienzo del Adviento y día del Señor, feliz semana.